El Proyecto Manhattan
Proyecto Manhattan y Prueba Trinity.
El 2 de
agosto de 1939, Albert Einstein dirigió una
carta a Franklin Roosevelt, reclamando su atención sobre las investigaciones
realizadas por los científicos Enrico Fermi y Leó Szilárd, mediante las cuales
el uranio podría convertirse en una nueva e importante fuente de energía.
Los
Estados Unidos, con la ayuda del Reino Unido y Canadá en sus respectivos
proyectos secretos «Tube Alloys» y «Chalk River Laboratories»,
diseñaron y fabricaron las primeras bombas atómicas bajo lo que fue llamado
«Proyecto Manhattan». La investigación científica fue dirigida por el físico
estadounidense Robert Oppenheimer. La bomba atómica fue probada el 16 de julio
de 1945, cerca de
Alamogordo, Nuevo México, en lo que se conoció como «Prueba Trinity». La bomba
utilizada en la prueba, llamada «gadget», causó una explosión cercana a la que
ocasionarían 20 000 toneladas de TNT, mucho mayor de la esperada.
Elección de los objetivos
Rutas
seguidas por los bombardeos atómicos y ubicación de las ciudades atacadas
Los días
10 y 11 de mayo, el Comité para la elección de los objetivos en el Laboratorio
Nacional Los Álamos, con Robert Oppenheimer como miembro principal, recomendó
Hiroshima, Kioto y Yokohama, así como el arsenal en Kokura, como los objetivos
posibles. La selección de dichas ubicaciones se basó en los criterios
siguientes:
- Eran mayores de 4,8 km de diámetro y con blancos importantes en grandes áreas urbanas.
- La explosión causaría daño efectivo.
Era improbable que fueran atacadas en agosto de 1945. «Cualquier objetivo militar pequeño y estrictamente militar debía estar ubicado en un área mucho mayor que fuera susceptible al daño por la explosión para evitar riesgos innecesarios de que el arma se perdiera debido a una mala colocación de la bomba».
Dichas ciudades
se mantuvieron prácticamente intactas durante los bombardeos nocturnos llevados
a cabo por las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos. Hiroshima fue
descrita como «un importante depósito de armas y un puerto de embarque en el
centro de un área urbana industrial. Es un buen objetivo en el radar y tiene el
tamaño suficiente para que gran parte de la ciudad pueda ser exhaustivamente
dañada. Existen colinas adyacentes que muy probablemente producirán el efecto
de enfocar, lo que seguramente incrementará considerablemente el daño causado
por la explosión. Debido a los ríos no es un buen blanco incendiario». El
objetivo de lanzar la bomba era obligar a Japón a rendirse incondicionalmente
conforme a los términos de la Declaración de Potsdam.
Obtener
el mayor efecto psicológico en contra de Japón.
Hacer
suficientemente espectacular el uso inicial del arma de tal forma que fuera
reconocida internacionalmente en términos publicitarios cuando fuera arrojada.
Hiroshima tenía la ventaja de tener un mayor tamaño y, con las montañas
cercanas enfocando la explosión, la mayor parte de la ciudad sería destruida.
El palacio del emperador en Tokio tenía una mayor fama que cualquier otro
objetivo pero tenía un valor estratégico menor.
Durante
la Segunda Guerra, Edwin O. Reischauer era el experto para el Cuerpo de
Inteligencia Militar, por lo que erróneamente se le atribuyó la decisión de no
lanzar la bomba sobre Kioto. En su autobiografía, Reischauer refutó dicha
aseveración y aseguró que quien merecía el crédito de haber salvado dicha
ciudad era en realidad Henry L. Stimson, secretario de Guerra, de quien se dice
que admiraba Kioto por haber pasado allí su luna de miel, varias décadas atrás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario